
Intentar que la persona enferma siga haciendo sus actividades diarias aunque las realice mal, y no hacer todo por ella. No reforzar las demandas de ayuda por parte del enfermo.
Respetar un tiempo de reposo entre dos informaciones seguidas. No espere respuesta inmediata. Debemos respetar la distancia de comunicación, no debemos meternos en su "espacio".
Evitar el distanciamiento afectivo. El contacto físico puede transmitirle apoyo.
No atosigarle. Hablar despacio y darle tiempo a responder.
Proporcionar actividades y entretenimientos. Muchas veces la persona enferma no sabe que hacer. Manténgale activo dándole alguna tarea fácil de realizar.
No intente buscar lógica en el comportamiento de la persona enferma. No culpe al enfermo por su comportamiento, entienda que son debidos única y exclusivamente a su enfermedad.
Organizar las tareas diarias de forma rutinaria y sin variaciones. Eso facilita su comprensión y le ayuda a sentirse mas seguro.
Adaptarse al lenguaje corporal del enfermo, una vez que falle el lenguaje verbal.
Muy importante: Infórmese lo más posible sobre la evolución de la enfermedad, de ese modo podrá entenderle mejor. Sería aconsejable que la persona cuidadora se tomase unas horas de descanso cada día sin tener que estar pendiente del enfermo.
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