Usando resonancia magnética funcional de alta resolución para
confeccionar imágenes internas del cerebro en pacientes con enfermedad
de Alzheimer y en modelos de ratón de esta enfermedad, un equipo de
investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la
ciudad estadounidense de Nueva York, ha conseguido aclarar tres aspectos
fundamentales sobre el Mal de Alzheimer: Dónde se inicia, por qué se
inicia allí y cómo se propaga. Además de ayudar a conocer mejor la
enfermedad, los resultados de la nueva investigación podrían servir para
mejorar su detección precoz, algo muy importante ya que en la fase
inicial de la dolencia es cuando los fármacos pueden ser más efectivos
contra ésta.
Se sabe desde hace años que el Mal de Alzheimer comienza en una región del cerebro conocida como corteza entorrinal, pero el nuevo estudio que ha realizado el equipo del Dr. Scott A. Small, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer, del citado centro médico, es el primero en mostrar en pacientes vivos, que la afección se inicia específicamente en la corteza entorrinal lateral, o LEC por sus siglas en inglés. Se considera que la corteza entorrinal lateral es una puerta de enlace hacia el hipocampo, que desempeña una función decisiva en la consolidación de recuerdos dentro de la memoria a largo plazo, entre otras funciones. Si la corteza entorrinal lateral está dañada, el funcionamiento del hipocampo sufrirá consecuencias negativas.
![[Img #17706]](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_uvH5quIgp8DgL9rqsfMi3mqjA6JY8WTBYFogSWZotUtMLQdA6gfYO3ytql3Tb_HUXo_I_oG549aJnTn_IUFcBHUzleywaUMk5p-s217wp8wy17LQjQwWjGxvSdde0FMTkVj0YD=s0-d)
La enfermedad de Alzheimer se inicia en la corteza entorrinal, aquí señalada en amarillo. Usando resonancia magnética funcional por imágenes en cerebros de ratón, a la izquierda, y de humano, a la derecha, los investigadores aportan pruebas de que la enfermedad se propaga a partir de la corteza entorrinal a otras regiones corticales, mostradas en rojo y que concretamente son la corteza perirrinal y la corteza parietal posterior. (Imagen: Usman Khan / Laboratorio de Scott A. Small, Centro Médico de la Universidad de Columbia)
El nuevo estudio muestra también que, con el paso del tiempo, el Mal de Alzheimer se propaga directamente desde la región de la corteza entorrinal lateral hacia otras áreas de la corteza cerebral, en particular la corteza parietal, una región cerebral que interviene en varias funciones esenciales, incluyendo la habilidad de orientarse y desplazarse por el entorno y de representar en el cerebro la información espacial.
Se sabe desde hace años que el Mal de Alzheimer comienza en una región del cerebro conocida como corteza entorrinal, pero el nuevo estudio que ha realizado el equipo del Dr. Scott A. Small, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer, del citado centro médico, es el primero en mostrar en pacientes vivos, que la afección se inicia específicamente en la corteza entorrinal lateral, o LEC por sus siglas en inglés. Se considera que la corteza entorrinal lateral es una puerta de enlace hacia el hipocampo, que desempeña una función decisiva en la consolidación de recuerdos dentro de la memoria a largo plazo, entre otras funciones. Si la corteza entorrinal lateral está dañada, el funcionamiento del hipocampo sufrirá consecuencias negativas.
La enfermedad de Alzheimer se inicia en la corteza entorrinal, aquí señalada en amarillo. Usando resonancia magnética funcional por imágenes en cerebros de ratón, a la izquierda, y de humano, a la derecha, los investigadores aportan pruebas de que la enfermedad se propaga a partir de la corteza entorrinal a otras regiones corticales, mostradas en rojo y que concretamente son la corteza perirrinal y la corteza parietal posterior. (Imagen: Usman Khan / Laboratorio de Scott A. Small, Centro Médico de la Universidad de Columbia)
El nuevo estudio muestra también que, con el paso del tiempo, el Mal de Alzheimer se propaga directamente desde la región de la corteza entorrinal lateral hacia otras áreas de la corteza cerebral, en particular la corteza parietal, una región cerebral que interviene en varias funciones esenciales, incluyendo la habilidad de orientarse y desplazarse por el entorno y de representar en el cerebro la información espacial.
El tercer descubrimiento importante del estudio es que la
disfunción en la corteza entorrinal lateral surge cuando coinciden
cambios nocivos en la proteína tau y la proteína precursora amiloidea.
La corteza entorrinal lateral es especialmente vulnerable a la
enfermedad de Alzheimer porque en su funcionamiento normal ya acumula
una cierta cantidad de proteína tau, lo que hace más sensible a esta
región ante la acumulación de proteína precursora amiloidea. Juntas,
estas dos proteínas dañan a las neuronas de la corteza entorrinal
lateral, estableciendo las condiciones propicias para el desarrollo del
Alzheimer.
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